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ETA aprende a hacer la Netwar

ETA aprende a hacer la Netwar Escrito por David de Ugarte
Las Indias - 03/12/04

Madrid, salida del puente de la Constitución: el nodo se mueve. 5 pequeñas explosiones colapsan durante unas horas las salidas de la ciudad. Más que un hacking experto al sistema de transporte, parece una tentativa de ataque de denegación de servicio por parte de un cracker novato. ETA saca sus consecuencias operativas del 11M. ¿Hasta dónde puede aprender? ¿Cúales son los nuevos peligros? ¿Será la ETA del futuro como AlQaida? ¿Qué hacer?

Tres de diciembre de 2004. Madrid se mueve para un largo puente de casi cinco días. Suena el teléfono en la oficina del entorno Indias: ETA ha avisado de la colocación de cinco bombas en gasolineras de las principales salidas de la ciudad. Estalla la primera, llegan noticias de la segunda. En Ciberpunk News cubrimos la noticia y hacemos los primeros análisis:

Parece un ensayo, bien presente la lección iraquí. Gara va cantando, como éxito propio cada explosión en tiempo real. Se olía: esta mañana los TEDAX recorrían Madrid con perros olisqueando coches, estaban en alarma, como hace diez días. Temían el coche bomba. Pero los etarras, los que queden, los más jóvenes, parece que habían aprendido más. Lo temíamos. Lo tememos, el upgrade al swarming es la antesala de la guerra de red (...)

Durante toda la semana la policía colocó controles en las entradas de Madrid dando altos por la noche, abriendo maleteros y buscando con linternas explosivos. Pero ETA había aprendido del 11M: reducir al mínimo la logística, multiplicar los golpes, dispersar las unidades. De este modo si uno cae se minimiza el daño. Distribuyendo el poder de daño la viejas formas de control y defensa empiezan a fallar.

A nadie se le escapa un retazo de hackerismo en la mirada del estratega etarra: el explosivo lo pone el sistema atacado. Si en el 11S y el 11M nuestro sistema de transporte fue el que llevó las bombas a su destino, en este atentado las gasolineras eran convertidas en bombas en potencia que ahorraban a los terroristas la compra, preparación y transporte de kilos de explosivo. El usado debía entenderse casi como detonador. Y el que estallaran lejos de los surtidores como un aviso.

El Ministro del Interior informa en rueda de prensa. Asegura, como un hecho que debería tranquilizarnos que ETA no tiene estructura estable en Madrid. En realidad se trata de todo lo contrario. La noticia es que ETA no necesita ya las costosas estructuras del terrorismo clásico para colapsar Madrid. Algunos amigos nos escriben en caliente: ETA ha sacado sus primeras lecciones del 11M, el viernes de la Constitución ha ensayado su propio hacking al sistema de transportes. Desde Francia nuestro compañero Pere Quintana lo caza al momento:

te escribo dl mobil, no tengo inet. acabo enterarme eta. los nuevos etarras aprenden? prefieren hackear las salidas d la ciudad y bloquearla q matar? es posible una nueva eta? o hacen esto pq no les queda nada? dsesperacion o netwar? espero q el caos no haya sido monumental, con el trafico q habia! n he visto imagenes solo comentario en france inter.

Otros, que no nos quieren tanto, pero por lo que se ve nos sobrevaloran tanto como infravaloran la magnitud del cambio de época, publican con desparpajo que Ugarte les ha convencido de pasarse del terrorismo al sabotaje.

Lecciones operativas
Pero hay importantes diferencias todavía entre el terrorismo de red y estos primeros ensayos etarras, aunque desde luego marquen una evolución y una voluntad que deberían hacernos reflexionar. ETA está aprendiedo de la experiencia iraquí más que lo que en su día, dónde todo estaba más mediatizado ideológicamente, aprendió de Vietnam. ETA, por su propia naturaleza, no puede tener más que problemas para interiorizar la lógica del swarming. Como escribíamos en agosto de este año en Ciberpunk News:

Leer el "Gara" tras el 11m ayuda a comprender la originalidad del terrorismo islámico -su articulación en redes-, en contraste con el terrorismo vasco -local e, incluso, familiar-. El llamado "problema de la dispersión de presos" es un ejemplo de ésto, y toda la retórica que se genera alrededor, acusando al gobierno español de asesino por obligar a conducir, a los que visitan a los presos, demasiados kilómetros por carreteras comarcales, refleja la obsoleta naturaleza de ETA. Es importante, por eso, estar muy al tanto de la posible aparición de un Bin Laden que redefina toda la organización.

Tan sólo dos días después ETA hacía en Asturias sus primeros experimentos con pequeñas cargas explosivas. Titulábamos: ¿ETA experimenta con redes?:

El 8 de septiembre de 2003 un grupo terrorista asturiano, llamado "Socialistas Asturianos" a imitación de "Sozialista Abertzaleak" ("Socialistas Patriotas", el grupo parlamentario afín a los postulados de ETA ), hizo su presentación en sociedad poniendo una bomba casera en una sede del PP en San Martín del Rey Aurelio. Hoy ha estallado en Llanes, Asturias, la quinta de una serie de pequeñas bombas que sin causar daños personales, parecen querer demostrar la "vida" de ETA en el Cantábrico. ¿Sería demasiado arriesgada la hipótesis de que ETA está experimentando con reorganizarse en red? Seguramente hace dos años sí. Pondría en peligro su naturaleza tanto "nacional" como jerárquico- militar. Ahora pocas alternativas tiene para captar nuevos militantes que "vender" tecnología y conocimiento a grupitos simpatizantes marginales en comunidades vecinas a cambio del uso de la marca histórica en España de la violencia organizada fuera del estado. Con todo sigue siendo una hipótesis aventurada, pero no hay que cerrar los ojos, la reinvención de ETA es un peligro real.

Pero, todavía en aquel momento, la tradición jerárquico- militar de la banda, fuertemente inserta en su identidad era el principal obstáculo para su redefinición en términos válidos para la guerra de red. La situación alcanzada por las fuerzas de seguridad y judiciales españolas y francesas se nos antojaba la óptima: casi destruídos los comandos y la estructura financiera pero con una cúpula fuerte y con mando que no toleraría la disolución del grupo en una red invertebrada.

Pero en Octubre las fuerzas francesas desarticulan la cabeza de ETA. No podemos dejar de pensar que se trata de un error, si no de un regalo envenenado de nuestros vecinos. Escribíamos entonces que:

No está nada claro que "quisiéramos" detener a Antza en este momento. Parece ser que lo que precipitó la operación fue el reseteo de los servicios secretos franceses, apremiados por su reforma interna a cerrar casos a toda velocidad. Pero ¿es lo que interesaba a España?. Tal vez no. Aumentar la velocidad de rotación de los cuadros eliminando de paso de la dirección a un "político" con legitimidad interna suficiente como para impulsar un proceso de negociación y el horizonte de fin de las armas, para que entren los borrokildes de jersey de bolitas, chapa y melenilla por detrás, no parece que fuera una prioridad para el Ministerio de Interior. Lógicamente. Entre los jarraetas ha habido más de uno que ha leído el 11M como una señal. ETA siempre ha querido -y combatido por- el monopolio de la violencia antiestatal. En su día hizo lo posible por eliminar a la "competencia" en la alteridad del estado. No una sino varias veces, desde los autónomos, hasta las tentaciones armadas de los primos emeceros, pasando por Terra Lliure. Pero los yihadistas son otra cosa. Y lo saben. La alternativa interna es reestructurarse (cosa difícil dada su naturaleza cuadrillil) y competir con ellos en terror y horror o abrir el camino hacia otra cosa, sin armas. Dejar a los jóvenes el camino abierto al mando podría escorar el futuro hacia la primera opción.

El gran peligro ahora: la netocratización de ETA
El atentado de ayer se inscribe en un proceso iniciado el 11M y que apunta hacia la netocratización de ETA. La clave está en que en el entorno nacionalista- soberanista- independentista vasco se están dando las condiciones que en su día se dieron en el del clericalismo político musulmán para la aparición de una netocracia armada.

Esto se ve desde la mera aproximación a las conversaciones en la calle del entorno nacionalista moderado hasta los debates que sobre Iraq y la experiencia de la "resistencia" iraquí tienen lugar en la prensa independentista.

Ahora imagínense una ETA netocrática: sin un mando central, sin una estructura "infiltrable", sin necesidad de un aparato financiero o de organización. Imagínense que en ese entorno directamente filoterrorista -de más de 20.000 personas- cada uno "sabe lo que tiene que hacer" y sólo contacta con "la organización" a posteriori, para usar la marca en la reivindicación si el resultado ha sido del gusto de los "teóricos".

Una red así no tiene marcha atrás precisamente porque no está jerarquizada y porque sus referencias, sus netocratas, lo son sólo en la medida en la que sirvan al objetivo fundacional, de ahí su maximalismo y nihilismo. De ahí que se conviertan fácilmente, en una llaga abierta por siempre. Vivimos un momento dramático, una verdadera cuenta atrás: o solucionamos definitivamente la "cuestión etarra" (negociando reagrupamientos e indultos y fortaleciendo a los nacionalistas frente a los filo terroristas por ejemplo) o es cuestión de tiempo que ETA aprenda las lecciones de la Yihad, no sólo operativa, sino organizativamente. Entonces ténganlo por serguro: podremos "ganar todas las batallas", como dice Rumsfeld en Iraq, pero las condiciones mínimas para garantizar las libertades habrán sido derrotadas por largo, larguísimo tiempo.

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Actualización 6/12/2004
Una los puntos con una línea... y rece
Llega la segunda parte del experimento etarra: ampliación de escala. Del hackeo local al nacional, de las salidas de Madrid, al eje norte- sureste. Tracen la línea de puntos del segundo atentado, compárenlo con las líneas de velocidad alta de tren y con las rutas por carretera que vertebran España. Confirmado: nada de las viejas estructuras estables, pisos francos y demás. No hacen falta.

La pregunta que queda es si se trata de un único comando. Si es así la hipótesis del "hackeo" como filosofía de acción se refuerza. Podría tratarse de un experimento fruto de la desesperación logística o de que ETA ha llegado a la convicción de que no requiere víctimas mortales para conseguir sus objetivos. Pero, aunque más difícil, podría tratarse de algo peor: que el mismo atentado estuviera preparado en red, con distintos grupos actuando en distintos lugares de manera coordinada. En ese caso se trataría ya de un experimento consciente de netwar, de terrorismo en red. Y lo que es peor, un tipo de experimento y de forma de organización que transitaría ya hacia la organización reticular. El eslabón necesario entre la jerarquía y la netocracia.

Pásalo!

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