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«Estar más horas en el trabajo no es trabajar más»

«Estar más horas en el trabajo no es trabajar más» Entrevista: Ignacio Buqueras, economista
Ignacio Buqueras es presidente de la Fundación Independiente Empresario.

Escrito por Núria Navarro
El Periódico - 19/01/05

España es el tercer país europeo que más horas pasa en el trabajo y uno de los menos productivos. ¿Por qué? Porque aquí se calienta silla, se dilata el almuerzo y se trasnocha a base de late show. La Fundación Independiente, que preside el entusiasta Ignacio Buqueras, ha puesto en marcha la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles y su Normalización con los demás Países Europeos.

--España es diferente... ¡hasta en el horario!
--Hasta los años 30, los horarios españoles eran similares a los de los demás países europeos. Como en Londres, París y Berlín, se almorzaba al mediodía y se cenaba a las ocho.

--¿Qué retrasó el tiempo?
--Tuvo mucho que ver el hambre de la posguerra, que hizo de los almuerzos largos un símbolo de riqueza. Pero, sobre todo, influyó el pluriempleo. En aquellos años de zozobra, el español prolongó sus jornadas laborales. Y luego la rutina ha perpetuado esa mala costumbre.

--¿La rutina o el interés del capital?
--La rutina. Pero si queremos tener una mejor calidad de vida y conciliar la vida personal, familiar y laboral hay que cambiar los horarios. Todos somos ya conscientes de ello.

--¿Todos? ¿La empresa también?
--Debería y sin temor. España es uno de los países europeos que más horas pasa en el trabajo y que menos productivo es. Estar más horas en el trabajo no es trabajar más. Y estar 9 o 10 horas no debe ser ya motivo de orgullo. Es más, la empresa debería considerar a ese tipo de empleado de forma negativa, porque define a alguien que no sabe valorar su tiempo, que no tiene en cuenta a la familia y a la formación personal.

--Difícil el cambio de mentalidad, imagino.
--¡En absoluto! Cada vez más empresas se apuntan a la jornada continua, y no son las menos productivas. IBM, presidida por una mujer, ya tiene flexibilidad de horarios, jornada continua y procura no convocar una reunión después de las cuatro. Además, los jóvenes empiezan a primar el tiempo sobre el dinero.

--Total. Hay que reclamar la flexibilidad de horarios.
--Sí. La flexibilidad de horarios no sólo sería buena para el trabajador y la empresa. También evitaría las dramáticas horas punta en las zonas urbanas, permitiría atender a los hijos, mejoraría la salud pública.

--¿Qué tiene que ver el horario con la salud?
--Mucho. Está demostrado que el español duerme una hora menos que la media europea. La Dirección General de Tráfico y las mutuas señalan la incidencia de la falta de sueño en el número de accidentes.

--Oiga, ¿al estómago español le sentará bien almorzar a las doce?
--¡Es cuestión de acostumbrarse! Lo importante es ser autores de cada minuto de nuestras vidas.

--Ya. Pero qué triste apurar el túper en un banco del parque, ¿no?
--Comer de una manera excesiva va en perjuicio del rendimiento. Nosotros sugerimos que al mediodía uno se detenga tres cuartos o una hora, tiempo suficiente para comer. Luego se puede tener una tarde más relajada y cenar alrededor de las ocho.

--Y ayudar a hacer los deberes.
--Sí. En las grandes ciudades aumenta el fenómeno de los niños llave, que llegan a casa a las cinco y no hay adultos hasta pasadas las ocho. Durante esas horas están abandonados a los riesgos de la tele y de internet.

--Usted también pide el recorte de las vacaciones escolares.
--Recientes estudios dicen que España es uno de los países con peores resultados escolares. Pero hay otro dato alarmante: el 63% de los docentes sufren estrés elevado. ¿Por qué? Los padres españoles depositan todo el peso de la educación en la escuela.

--No dan abasto, los padres.
--¡Claro! Y el actual horario hace que vayamos tensos desde que salimos de casa hasta que nos acostamos. Los atascos, las jornadas laborales larguísimas, los hijos desatendidos, la nevera condenada al vacío, el inicio de programas de TV con gancho a las once que te hacen trasnochar...

--Hay oficios que no pueden acortar horarios. ¿Qué solución les da?
--En una sociedad moderna tiene que haber servicios las 24 horas. Nosotros defendemos la libertad de horarios. Así que, en esos casos, se imponen los turnos. Eso fomentará la creación de más puestos de trabajo.

--¡Ahí está la pega!
--No tiene por qué.

--¿Cuándo cambiará la cosa?
--Cuando la sociedad tome conciencia y haga presión.

--En el siglo XXII, vaya.
--En el 2007, confío. Fíjese en el insospechado éxito de las campañas antitabaco. ¡Y el horario afecta a 42 millones de españoles!

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